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miércoles, 5 de octubre de 2016

El Bosque Fósil de Verdeña

Bosque fósil de Verdeña
Bosque fósil de Verdeña

El bosque fósil de Verdeña, cercano a la localidad del mismo nombre y situado en plena montaña palentina, es un lugar excepcional en el que se ha conservado una muestra de vegetación que cubrió la región en el periodo carbonífero. Fue descubierta en los años 80, década en la que proliferaron en la región pequeñas explotaciones mineras de carbón a cielo abierto; en una de las cuales se extrajo una veta de carbón que dejó al descubierto una pared de arenisca donde aparecieron los restos fósiles vegetales que constituyen el paleobosque.
Varios trabajos recientes han puesto de manifiesto su gran importancia científica a nivel internacional por su contribución al conocimiento de la flora del periodo carbonífero en España. Por otra parte, es un punto catalogado de interés paleontológico, al mismo nivel que los yacimientos de Atapuerca o los de icnitas de dinosaurios.

El periodo Carbonífero abarca desde los 360 hasta los 295 millones de años antes de nuestros días y durante este periodo, la Península Ibérica estaba situada cerca del ecuador. El norte de Palencia era muy diferente a lo que conocemos en la actualidad. Nuestras montañas, hayedos, robledales y peñas, fueron tierras bajas tropicales y costeras ya que en aquel tiempo, la línea de costa pasaba precisamente por esta región. En esta zona de deltas y lagunas pantanosas prosperaron grandes bosques de  Pteridófitos arborescentes (helechos gigantes) y Gimnospermas primitivas (emparentadas con las actuales coníferas) que dieron lugar a los yacimientos de carbón y al bosque fósil de Verdeña.

Más tarde, la colisión de las masas continentales provocó, en primer lugar, la orogenia Hercínica y más tarde la Alpina, causantes del plegamiento y deformación de los estratos de nuestra zona.

El estudio de la flora del pasado a partir de los restos fósiles se denomina Paleobotánica y en Verdeña tendremos que hacer uso de esta ciencia para descifrar las huellas vegetales de hojas, ramas, troncos y raíces y las  impresiones carbonizadas del vegetal.

Los fósiles nos proporcionan una imagen incompleta y sesgada de las plantas que los dieron lugar, así como de los ecosistemas en los que prosperaron. Todo ello hace que el trabajo del paleobotánico sea muy complejo, teniendo que ser muy imaginativos y de mente abierta para poder diferenciar especies y acercarse lo más posible a la ecología de la época.

El bosque fósil se encuentra a una media hora de Verdeña por un camino bien señalizado. Es importante saber que no vamos a adentrarnos entre troncos fosilizados (eso ocurre en muy pocos lugares en el planeta), sino que necesitaremos de imaginación para poder interpretar los paneles y las formaciones que estaremos viendo. El yacimiento está compuesto por un afloramiento de arenisca de 5 a 12 metros de altura y 180 metros de largo, formado por un estrato en posición casi vertical. Este es el antiguo nivel del suelo del bosque que ha quedado vertical por la orogenia hercínica, por lo que ya lo tendremos que imaginar en horizontal. Lo que nos vamos a encontrar son las huellas de las bases de los troncos y raíces, con abundante madera carbonizada y algunos troncos caídos, apenas sin madera.

La mayoría de las huellas que vamos a encontrar son de Sigillaria, aunque los troncos carbonizados pertenecen al género Cordaites
Bosque fósil de Verdeña
Pared de arenisca mostrando las huellas de asentamiento de Sigillaria y un tronco. La primera generación de Sigillaria llegó a su tamaño máximo, cumpliendo su ciclo vital. Está representada con marcas grandes.

El análisis de las huellas de raíces denota que las sigillarias de Verdeña tienen dos tamaños de individuos, lo cual implica que hubo dos generaciones no solapadas y que la primera ocupó completamente el terreno y no dejó espacio para la segunda hasta que no completó el ciclo. Esta segunda generación no llegó a completar su ciclo y sufrió un proceso catastrófico que dio lugar al yacimiento. 
Bosque fósil de Verdeña
La segunda generación de Sigillaria pudo desarrollarse cuando los árboles de la primera fueron muriendo. Está representada por las huellas más pequeñas y de tamaños más variados.

Debido a la posición de los troncos, podemos afirmar casi con total seguridad que hubo una entrada masiva del mar, que arrancó y derribó los árboles como si de una guadaña se tratara, dejándolos como los encontramos hoy en día. Un hundimiento del terreno que permite la entrada de una enorme ola que derriba y entierra todo ha su paso, permitiendo su fosilización y conservación.


Bosque fósil de Verdeña
Secuencia de la entrada catastrófica de mar, arrastrando el bosque, segando los troncos y orientándolos según la corriente.
Si quieres saber más sobre el Bosque Fósil de Verdeña o sobre cualquier otra cosa que tenga que ver con el mundo del carbón, no dudes en venir a visitarnos al Centro de Interpretación de la Minería de Barruelo de Santullán.¡Te estamos esperando!

Óliver del Nozal

Fuente: Nº 12 de la Revista del CFIE de Palencia

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