miércoles, 24 de mayo de 2017

Topónimos de la montaña palentina en paleontología.

Revilloceras barruelense
Revilloceras barruelense
La geología, como cualquier otra ciencia, está plagada de nombres extraños y áridos, difíciles de recordar y que nos suelen "echar para atrás" cuando los vemos, pero hay algunos que merecen especial interés y que creo os van a gustar. Entre tanto latinajo nos encontramos con nombres familiares de nuestra comarca, todos con su historia, que paso a contaros. 
Luis José Sardina es un gran amigo del CIM de Barruelo, además de un estudioso de la geología de nuestra zona, así que le he pedido que nos cuente estas historias. Os dejo con sus palabras.

La clasificación de los seres vivos se hace de una manera jerárquica, así cada grupo se incluye en uno mayor siguiendo el siguiente orden: las especies en conexión se agrupan en géneros;los géneros en familias; las familias en órdenes; los órdenes en clases; las clases en tipos o filos (los botánicos prefieren usar el término división) y los filos en reinos. La base de la clasificación biológica es la especie. Todos tenemos una idea de lo que es una especie y usamos el término coloquialmente: los perros constituyen una especie, las rosas otra, nosotros otra etc. Podemos definir como especie al conjunto de seres vivos que pueden cruzarse entre sí para dar una descendencia viable. Para que cada especie, tanto viva como extinta, sea reconocida y aceptada en el mundo entero se la describe utilizando un nombre binario. Este nombre es una combinación de dos palabras en latín; género más especie y se acompaña con el apellido del autor que lo describió y lo publicó por primera vez. Así por ejemplo el lobo sería: Canis lupus, Linnaeus.

Estos nombres científicos, que se utilizan tanto para identificar ciertos ejemplares como para referirse a determinadas especies se rigen por un sistema de normas muy estricto, este sistema ha sido estandarizado en un código que sirve para que cada especie tenga un nombre científico sin posibilidad de duda o equivocación. Todas las letras del nombre han de ir en itálicas y la primera letra se escribe con mayúscula .

La mayoría de los nombres científicos suelen resultar totalmente incomprensibles y faltos de significado para la gente corriente, debido al desconocimiento que hoy tenemos del griego y el latín. Pero si repasamos con cuidado los nombres de ciertas especies fósiles descritas en nuestro valle, veremos que nos “suenan” a algo más. Vamos a describir alguna de ellas y cómo surgió su nombre.

Numerosos especímenes tanto de flora como de fauna recogidos durante las campañas realizadas en los años 50 y 60 del siglo pasado por estudiantes de Leiden (Holanda), fueron examinados y descritos posteriormente. Vamos a describir algunos de ellos:
Lithostrotionella  orboensis
Lithostrotionella  orboensis

G.E. de Groot en un trabajo sobre Corales Rugosos describe entre otros: Lithostrotionella orboensis , Arachnastraea orboensis. Ambos recolectados en las calizas que se encuentran al lado del pueblo de Orbó.

Arachnastraea  orboensis
Arachnastraea  orboensis
Fusulinella branoserae
Fusulinella branoserae

A.C. van Ginkel describe Fusulinella branoserae van Ginkel, 1957, un foraminífero (protozoo) encontrado en las calizas situadas en el rio Rubagón, debajo de Brañosera.

Revilloceras barruelense
Revilloceras barruelense

Wagner-Gentis ha descrito numerosos fósiles recogidos en las calizas de Peña Ruz (Revilla) y Peñas de Villabellaco en los años 50 del siglo pasado. Definiendo entre ellos un nuevo género y varias especies de Moluscos cefalópodos (Goniatites). Revilloceras globosum ; Revilloceras barruelense , Pseudogyrtioceras villabellacoi; Winchelloceras palentinus

Winchelloceras palentinus
Winchelloceras palentinus

Todos ellos citan los nombres de los pueblos donde se recogieron los distintos especímenes. Un caso curioso es el siguiente: En la entrada del bar de Porquera había una laja de piedra que contenía varios fósiles de goniatites. La losa, situada a la entrada del local, servía para que los parroquianos se limpiaran los pies antes de entrar. Roberto Wagner y su mujer la “rescataron”, describiendo una nueva especie: Dombarites cantina Wagner-Gentis

Dombarites cantina
Dombarites cantina


Roberto Wagner a lo largo de su dilatada carrera ha estudiado y descrito numerosos géneros y especies de flora fósil del Carbonífero, muchos de ellos recogidos en los años 50 del siglo pasado en la Cuenca de Barruelo. Destacamos entre ellos: Alethopteris barruelensis Wagner. Recogido por primera vez en Peñacorba a 275m de profundidad entre las capas X y XI.

Alethopteris barruelensis
Alethopteris barruelensis

John A. Knight hizo su tesis doctoral sobre la flora de la Cuenca de Sabero (León) en los años 80 del siglo pasado. En ella describe algunas especies de helechos fósiles, varias de la cuales fueron recogidas por primera vez en Barruelo y Vallejo por R. H. Wagner, quien dirigió su tesis, cediéndole especímenes a J. Knight para ayudar en su descripción.

Pecopteris apicalis
Pecopteris apicalis


Pecopteris apicalis Knight. Recolectado en la escombrera del pozo Campesinos en Vallejo.

Pecopteris bredovii Germar. Recogido en el pozo Calero (Barruelo).

Pecopteris camertonensis Kidston . Recuperado en la escombrera del pozo Peñacorba (Barruelo).

Pecopteris clarkii Lexquereux. Recogido en la escombrera general de Barruelo.

Todos estos nombres y numerosos más, referidos a lugares y pueblos de la Montaña Palentina, han quedados reflejados en la literatura científica, mostrando así la importancia de las especies fósiles descritas en esta parte de la Cordillera Cantábrica y su contribución a la Historia Geológica.


Óliver del Nozal

miércoles, 10 de mayo de 2017

El carbón vegetal. El primer carbón usado por el hombre.

Pila de madera para hacer carbón vegetal
Pila de madera para hacer carbón vegetal

En este blog nos centramos en contaros todo lo relacionado con el mineral que ha marcado la historia de nuestra pueblo y de la humanidad en general. El carbón mineral fue clave para el desarrollo de la máquina de vapor y la revolución industrial, pero no es el único carbón que ha propiciado el desarrollo de los seres humanos. 
El carbón vegetal se lleva utilizando por nuestros ancestros desde el descubrimiento del fuego y hoy en día sigue presente en nuestras vidas. A lo largo de las siguientes líneas, iremos descubriendo qué es, cómo se produce y para qué se utiliza esta "madera carbonizada".

Empezamos por el principio. ¿Qué es el carbón vegetal? ¿Os acordáis del artículo en el que explicaba la formación de coque? Pues esto es algo parecido, pero en vez de carbón, "destilamos" madera. El carbón vegetal es el producto de calentar madera a altas temperaturas en ausencia de oxígeno. El resultado es un material de color negro, frágil y con un alto poder calorífico debido a su elevado contenido en carbono (en torno al 98%).


Diagrama de una carbonera
Diagrama de una carbonera

El sistema de fabricación del carbón vegetal varía de un sitio a otro, pero lo más habitual en nuestro país ha sido la creación de carboneras, enormes pilas de madera cubiertas de arcilla. El carbonero hace una tala selectiva para evitar agotar los recursos naturales que le dan sustento, coloca la madera en forma de pirámide y lo cubre con arcilla y musgo. Debe realizar una chimenea en el centro y unos respiraderos en la base para que el fuego no se apague y alimentarlo con maderos de forma regular. Transcurridas 3 o 4 semanas, la madera se ha convertido en carbón. Cuando el humo salía amarillento, el proceso había finalizado y se abría la pila para sacar el negro combustible que se veía reducido en un 80% respecto al peso inicial de la madera. El carbonero se encargaba del transporte y venta por los pueblos de la zona.
La madera más demandada es la de encina ya que es muy compacta, pero también se hace de roble, pino, eucalipto...
Otro de los sistemas de formación de carbón vegetal es el de los hornos subterráneos, más común en África y algunos países de Sudamérica.

El primer uso que se le dio a este material fue el de pigmentación, ya sea para perfilar los dibujos en el arte rupestre o sobre la piel de los habitantes de las cavernas que lo utilizarían como adorno o camuflaje en las cacerías. Aunque no era carbón vegetal propiamente dicho, podemos considerar como tal a los troncos quemados de las hogueras.
El uso más extendido es como combustible, muy importante para el desarrollo de la metalurgia en la edad del hierro. Las altas temperaturas que alcanzaban las forjas permitían fundir los metales para la fabricación de armas y herramientas. 
Actualmente se sigue utilizando para calentarse y cocinar, sobre todo en países en vías de desarrollo. Como dato curioso, un tercio de la población mundial sigue cocinando quemando madera. En España, el uso que le damos en la calle es para hacer barbacoas y parrilladas.
Al ser un material poroso, se ha utilizado como filtro natural, principalmente de agua y estas propiedades se conocen desde hace más de 2.500 años. El carbón activo está presente en todos los filtros que requieren un nivel muy alto de eliminación de partículas.



Uno de los mayores problemas de la producción de carbón vegetal es la deforestación, que en algunos países se hace de forma indiscriminada e ilegal por parte de los habitantes del medio rural. Un buen aprovechamiento de los recursos puede garantizar que la gente siga pudiendo utilizar el carbón al mismo tiempo que los bosques no se vean mermados, lo que ocasionaría un aumento de la desertización. La generación de gases de efecto invernadero, tanto durante su producción como en su combustión, es otro problema que hay que atacar. El uso de hornos más avanzados puede reducir la emisión de estos gases entre un 60% y un 80%, por lo que la sostenibilidad de estos procesos es factible. El problema está en llegar a las zonas rurales para enseñar a los habitantes locales la forma correcta de hacer las cosas.

Como podéis ver, tanto un carbón como el otro, han sido muy importantes para el progreso de los humanos y aunque los orígenes de ambos son diferentes, los usos son muy parecidos. 
Si quieres saber más sobre cualquier tema relacionado con el carbón, acércate a visitarnos al Centro de Interpretación de la Minería de Barruelo de Santullán. ¡Te estamos esperando!

Óliver del Nozal