Cuadro de un accidente de grisú de Brosio. |
Hoy vamos a tratar un tema bastante espinoso ya que no entendemos muy bien cómo y por qué ocurre, pero vamos a intentar simplificarlo al máximo (aunque se pierda un poco de rigor científico) para que todo el mundo lo entienda.
En condiciones normales, el grisú es explosivo cuando se encuentra en una concentración de entre el 4 y el 16 por ciento (dependiendo de las condiciones de la atmósfera), respecto al volumen total de aire. En esta situación sólo se necesita una chispa, llama o fuente de calor para hacer que la atmósfera minera se inflame y explote, pudiendo acabar con la vida de todas las personas que se encuentren en el interior de la mina.
El uso de herramientas neumáticas y la prohibición de manipular las lámparas y la de fumar en el interior disminuyen drásticamente la posibilidad de que ocurra este tipo de accidentes, por lo que hoy en día es un riesgo "asumible".
Cuando se abrió el Pozo Calero y se empezaron a realizar labores a gran profundidad, los trabajadores se encontraron con un comportamiento diferente del grisú. Se producían explosiones "en seco", sin fuego, sin necesidad de que se originaran por una chispa o llama. Estas explosiones eran inevitables y no se podían predecir, por lo que el número de muertos en el pozo barruelano empezó a aumentar.
Los ingenieros de El Calero tuvieron que reinventar la minería del carbón para luchar contra este nuevo enemigo desconocido en nuestro país, creando sistemas de seguridad y laboreo nuevos que se adecuaran a las especiales características del grisú de nuestras minas.
Por aquella época se conocían los desprendimientos instantáneos en las cuencas belgas, pero la información era muy escasa.
Hasta que se abrió El Calero, la peligrosidad de las minas de carbón se encuadraba en 3 categorías, 1, 2 y 3, siendo esta última la más peligrosa. Con el nuevo reglamento de policía minera de 1934, hubo que crear una cuarta categoría para minas con desprendimientos instantáneos de gruisú y a pesar de todas las medidas paliativas, estos fueron una constante hasta que se cerró el pozo por primera vez. Es por esto que está considerado como uno de los pozos de carbón más peligrosos de España.
Grabado de un accidente de Simonin, "la vie souterraine" |
Durante millones de años, el metano adsorbido en el carbón ha estado en equilibrio, el cual se rompe con las labores de explotación, se modifican las presiones del gas respecto al exterior y se produce la explosión. Para entender esto, vamos a poner un ejemplo de la vida cotidiana. Si cogemos una lata de refresco con gas y la agitamos, al abrirla se produce una liberación del gas del interior de forma violenta debido a una diferencia de presiones. Esta liberación arrastra consigo el líquido que lo rodea. En la mina ocurre lo mismo con el grisú, el gas se libera de forma violenta arrastrando consigo lo que le rodea, en este caso el carbón.
Hoy en día ya no hay pozos de cuarta categoría en funcionamiento en España, pero nos queda el recuerdo de los cientos de mineros que perdieron la vida en uno de ellos.
Si quieres saber algo más sobre los desprendimientos instantáneos de grisú o sobre cualquier otro tema relacionado con la minería del carbón, no dudes en venir a visitarnos al Centro de Interpretación de la Minería de Barruelo de Santullán. ¡Te estamos esperando!
Óliver del Nozal
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