Queremos destacar que no todos los carbones tienen grisú, se encuentra principalmente en la hulla y raramente en algunas antracitas.
Cuando el picador rompe el carbón, el grisú que hay en las grietas sale y se mezcla con el aire. El espacio que queda libre en las grietas, automáticamente es ocupado por el grisú adsorbido en el proceso que se conoce como desgasificación.
Cuando la concentración de grisú es entre el 5 y el 15% se convierte en explosivo, aunque con un 4 y un 16 % es inflamable y puede reforzar la combustión del polvo del carbón, por lo que nunca se debe dejar subir del 3%. Hasta que se inventaron los detectores de grisú (grisuómetros), el método más eficaz para detectar el gas eran las lámparas de seguridad. En presencia del metano, la llama se estira y se torna azulada, por lo que si el minero lo ve, tiene tiempo para salir.
Aspecto de la llama de una lámpara de seguridad en diferentes mezclas grisuosas (Compendio de laboreo de minas F.Heise - F. Herbst) |
Los desprendimientos instantáneos no se pueden predecir ni evitar al 100%, por lo que son extremadamente peligrosos.
Si quieres conocer más sobre el grisú o las lámparas de seguridad, no dudes en acercarte a vernos en el Centro de Interpretación de la Minería de Barruelo de Santullán.
Óliver del Nozal
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